Ángel es como un hermano adoptado, de esos que no quisieras
tener pero lo tenés. Cuando cogíamos yo
ya lo sabía.
Él entraba a mi cuarto, a la madrugada mientras dormía, y me
metía su miembro en la boca. Así sin preámbulo. A mí me gustaba y me asqueaba.
Siempre se hizo el macho, yo lo dejaba porque nada más placentero que coger
todos los días… A mi lo único que me importaba era acabar como Dios manda en el
cielo.
Siempre esa dualidad dando vueltas. Sentía que lo poco de
heterosexual que tenía, me lo entregaba solo a mí. Sentía que me cogía con odio, me atravesaba. Y
yo lo dejaba. A mi no me importaba, yo gozaba.
Ángel se metió entre Baby
y yo. Es parte de nuestro juego, de nuestra fantasía, yo lo usaba para cumplir
esa fantasía y él se dejaba. Él pensaba que éramos nosotros los necesitados. Pensaba
que nosotros le estábamos pidiendo terreno en su juego, pero en realidad él era
el puto que yo me cogía cuando me apetecía hacerlo. Y a Baby le gustaba.
Esa noche, un encuentro premeditado, el aliento nos delataba las
intenciones. Sabía que Baby lo usaría como más me gusta que lo haga… Baby
entra al baño y Ángel lo hace unos minutos después. Yo descalza avanzo por el
pasillo oscuro y frente a la puerta entornada me siento en el suelo mientras
observo:
Se miran sin hablar. Entonces Baby se acerca y lo besa, La
lengua de Ángel responde.
- Sos un putito de mierda- Y lo besa también, con furia con
bronca. Con el resentimiento que siempre me ha cogido a mí. Luego se abrazan. Ángel lo desnuda. Y Baby lo
obliga a arrodillarse, me hace justicia. Le mete la verga, con su verga lo
empala por la boca. Lo coge hasta la garganta, Ángel se queja, pero piensa que Baby
es esclavo de su fantasía y se queda.
Baby le vuelve a decir:
- Que puto sos. Queres que te coja, no? putito-
Entonces Ángel se apoya sobre los azulejos y Baby lo penetra. Lo
coge con fuerza y Ángel llora un poco. Mientras yo sonrío con placer, me toco y
disfruto observando en la oscuridad… Yo me amaso mientras lo oigo gritar y
gozo.
Un rato después acaban. Baby le gira la cabeza y le come la
lengua.
En ese momento acabo yo también.