sábado, 28 de septiembre de 2013

Flores para tres...


Anoche fue así. Humedad. Música. Un rocío de sombras que me erectaba el cerebro.

Baby sabía que ya no bailaría aguas que no me quiten la sed. Es por eso que Volví. Desde otro lugar. Con otra búsqueda. Con otras ganas. Anoche volví...

(Peor que antes).

Respirar. Coquetear. Tentar. Embelesar. Tocar. Estremecer. Desear. Golpear. Excitar. Arañar. Besar. Jadear. Susurrar. Acariciar. Excitar. Manipular. Pajear. Lamer. Levantar. Morder. Transportar. Disfrutar. Dilatar. Voltear. Suspirar. Gemir. Penetrar. Empujar. Temblar. Sonreír.

Una pausa. Ellos y yo…  Y ya éramos cuerpos desplegados como un tríptico.

Baby me pedía más… Quería ver más.

Estremecer. Extasiar. Gritar. Sudar. Gemir. Coger. Correr. Apretar. Aplaudir. Celebrar. Relajar. Suspirar. Acostar. Abrazar. Mirar. Irse.

Anoche fue así.  (Flores para tres)...


sábado, 21 de septiembre de 2013

***




Cogeme. Pegame. Mordeme. Acabame.
Desgarrame. Golpeame. Chupame.
Atame. Puteame. Destruime. Cortame. Meame.
Rompeme. Humillame. Pateame.
Marcame. Masticame.
Quebrame. Apretame.
Vomitame. Despreciame. Aturdime.
Ahogame.
Torturame.

Arrancame. Rasgame. Sacudime.
Castigame. Calentame.
Desangrame. Cagame.
Atormentame. Destrozame.
Ahorcame. Perforame. Cortame.
Venceme. Arrastrame. Sofocame. Reventame.
Forzame. Abrime. Moleme.
Atacame. Violame.
Encerrame.




Herime. Por favor.







sábado, 14 de septiembre de 2013

Y a todas en fila


Es irritante que todo me resulte tan confuso. A veces me parece que la vida es un nudo gordiano enmarañado de segundos. Las peores cosas que nos pasan son las que no nos suceden nunca. Sé que todo está oculto bajo mi piel, y es por eso que escribo siempre “Pendulando”, para ir tomando datos sobre mí, como si fuera detective de mi propia vida y tuviera que descubrirme a mi misma en ambos polos, como la verdadera asesina de mi historia.
Es perturbador que uno pueda saber tantas cosas y saber que en definitiva no las conoce del todo, es terrible que uno no pueda saber apenas un poco de sí mismo, incluso sin saberlo, invente memorias de lo que fue un día. Quizás eso significa que tengo un razonamiento deductivo impecable y que desentrañar los misterios que me llevan al placer, a la lujuria o al éxtasis es una tarea a veces “impracticable”. Y a veces me pregunto: si existirá una vía espiritual para el sexo. Quizás sí, si la inventáramos.

Es agotador dirigir mis energías hacia algo que se me presenta de un modo por la mañana y ha cambiado totalmente por la noche. Mi capacidad para la mudanza termina por abrumarme y exasperarme. Y mi habilidad para reunir sensaciones en la punta de la lengua a veces me parece una maldición… Otras no.
Puede que tenga la sangre dúctil y se devana en hilos igual que a otros se les estanca o se les pone azul según por donde sople. Ésta noche hace demasiado frío como para no decir tonterías.

A veces me gusta hacer planes y mirar el futuro como si pudiera controlarlo con una jactancia un tanto imperfecta. Otras deseo entregarme al hedonismo con furia, con espíritu de revancha, con tenacidad y esmero, pero soy demasiado imprecisa para ser hedonista de verdad. O puede que sólo sea demasiado estúpida. Ya se que pienso demasiado todo. Igual por eso me gusta tanto coger, porque se me vacía la sangre de la cabeza en cada vuelo, porque en ese momento floto en mi inacabable lubricidad, en mi excitación, en mis ganas de “Cogerme al mundo”, en fragmentarme en pedacitos de felicidad y esparcirme por el universo… Pura génesis.

Hay días que podría ponerlos a todos y a todas en fila y así los iría cogiendo, les haría el amor, los llevaría al cielo en una especie de conjuro místico, en una desgarrada incontinencia carnal. Mi incontinencia carnal. Quizás para descubrirlos en esa esencia básica que somos cuando nos dejamos llevar por los impulsos que estuvieron contenidos, cuando estamos confiados a otro, cuando hacemos del placer del otro y del nuestro una trama para conocernos sin más que el olor de nuestro cuerpo. Carne a carne.

Otros días no. otros días me desnudo de mi personalidad “Pendular” desde el fondo de mis entrañas y la hago bailar en mi conciencia como borracha de deseos, disgregada en colores y sentidos, gozándome de mis habilidades, placiéndome, besándome la boca, hundiendo mi verga en mis entrañas, cogiéndome a mí misma con la misma ternura y pasión con que te cojo, o te hago el amor a vos, a vos y a ellas.

El inconveniente es que a veces, termino enredada en mis propios nudos de placer y me quedo inmovilizada, en el laberinto de mis propias sensaciones. Revuelta de conmociones, encrespada de estremecimientos., mezclada de agitaciones y temblores. Sudada.

Es entonces cuando no soy capaz de separar unas impresiones de otras, de saber lo que es mío y lo de otro, es cuando no puedo dejar de sentir en mis labios las ganas de otro o de separarme del calor de esa piel suya, que no me pertenece, o de cómo se mueve mi cuerpo cuando tiembla junto al suyo, pero que en realidad es una presencia efímera.
Y es entonces que me siento con un nudo gordiano apretando en algún lugar de mi conciencia, en mi pecho… entre mis piernas, confuso, oculto bajo mi piel. 


martes, 2 de julio de 2013

Entre él y yo


Ángel es como un hermano adoptado, de esos que no quisieras tener pero lo tenés.  Cuando cogíamos yo ya lo sabía.
Él entraba a mi cuarto, a la madrugada mientras dormía, y me metía su miembro en la boca. Así sin preámbulo. A mí me gustaba y me asqueaba. Siempre se hizo el macho, yo lo dejaba porque nada más placentero que coger todos los días… A mi lo único que me importaba era acabar como Dios manda en el cielo.
Siempre esa dualidad dando vueltas. Sentía que lo poco de heterosexual que tenía, me lo entregaba solo a mí.  Sentía que me cogía con odio, me atravesaba. Y yo lo dejaba. A mi no me importaba, yo gozaba.
Ángel  se metió entre Baby y yo. Es parte de nuestro juego, de nuestra fantasía, yo lo usaba para cumplir esa fantasía y él se dejaba. Él pensaba que éramos nosotros los necesitados. Pensaba que nosotros le estábamos pidiendo terreno en su juego, pero en realidad él era el puto que yo me cogía cuando me apetecía hacerlo. Y a Baby le gustaba.
Esa noche, un encuentro premeditado, el aliento nos delataba las intenciones. Sabía que Baby lo usaría como más me gusta que lo haga…   Baby entra al baño y Ángel lo hace unos minutos después. Yo descalza avanzo por el pasillo oscuro y frente a la puerta entornada me siento en el suelo mientras observo:
Se miran sin hablar. Entonces Baby se acerca y lo besa, La lengua de Ángel responde.
- Sos un putito de mierda- Y lo besa también, con furia con bronca. Con el resentimiento que siempre me ha cogido a mí.  Luego se abrazan. Ángel lo desnuda. Y Baby lo obliga a arrodillarse, me hace justicia. Le mete la verga, con su verga lo empala por la boca. Lo coge hasta la garganta, Ángel se queja, pero piensa que Baby es esclavo de su fantasía y se queda.
Baby le vuelve a decir:
- Que puto sos. Queres que te coja,  no? putito-
Entonces Ángel se apoya sobre los azulejos y Baby lo penetra. Lo coge con fuerza y Ángel llora un poco. Mientras yo sonrío con placer, me toco y disfruto observando en la oscuridad… Yo me amaso mientras lo oigo gritar y gozo.
Un rato después acaban. Baby le gira la cabeza y le come la lengua.


En ese momento acabo yo también.


lunes, 27 de mayo de 2013

.

Coger.
La garganta se cierra en la G, justo en el medio. Justo antes de que el semen pase a por mi tráquea.
Me gusta la palabra. Me gusta coger.
Cuando él me dijo que quería verme con la Srta. Vengance, sólo pensé que por sentir su miembro dentro mío haría cualquier cosa.

Acepté.

jueves, 16 de mayo de 2013

Se lo dije



Se lo dije.
Murió, pero siguió.
Tan caliente estaba que me asustó. Yo quería esas tetas para mi y las tuve.  Me las tragué. Le di las mías, y las lamió tanto que dolió. Y me desgarró.
Le metí mis dedos y busqué los suyos. Los encontré rápido. Estaba empapada, latiendo, gritando.
Lloraba de placer.
Acabó rápido y comenzó a reírse.
Luego de eso creí que la Srta. Vengance no iba a querer más, la ví agotada, colorada, exprimida.
Pero después vino otra vez por mi. Me cogió. Bruta, caliente.
Lo quería, lo esperaba, lo deseaba.
- Te espero.
Se lo dije.

sábado, 2 de marzo de 2013

Efímera pendular




“... Entrá, solamente por esta noche te trataré como a una gran puta. Vas a bailar para mí sólo con tu vestido corto, mientras con las manos te buscas la humedad pegada entre las piernas… Te vas a subir sobre la mesa y vas a ondular tu cuerpo de la misma forma que lo hiciste cuando nos conocimos.
No permitiré que bajes de tus plataformas de perra imperturbable -Lo he dicho bien?- porque de lo contrario la obsesión no nos dejará vivir…"


sábado, 9 de febrero de 2013

Sin título


Mientras la noche nos escondía de miradas, cruzamos la avenida y entre los árboles el movimiento fue preciso, a los tres minutos exactos:



Uno,
dos,
    tres... 

Y ya tenía sus dedos adentro.
Él me cogió del mismo modo que se coge a una puta. 
Y se marchó.


sábado, 2 de febrero de 2013

Sin título


Si desean ser otros por un rato, pasen por casa y dejen el bolso en la puerta, mientras comemos un bocadillo, con mis acompañantes hablaremos de:
"Reglas generales para corregir errores de pensamiento y prejuicio"...
Si alguien quiere un trío. Avenida de los bares al 800.



viernes, 1 de febrero de 2013

A veces no




A veces calmo mis obsesiones con la compulsión de mis dedos en un ritual de comprobación en el que a veces está él y a veces no.
A veces calmo mis obsesiones con la compulsión de mis dedos, y a veces con otros cuerpos en los que a veces estoy yo y a veces no.

(Simplemente vuelo y en silencio observo la compulsión de mis dedos)

Masturbándome las heridas.

(Y a veces no).

martes, 22 de enero de 2013

Tres


Casi siempre nos sentimos como nadando en una bañera mínima. Como si estuviéramos corriendo en una baldoza de la ducha.
Ella, él y yo. Uno para todos y todos para uno. Un par de piernas que se fusionan con las de ella y se suman a las mías. Tres. Seis manos y unos veinte dedos sobre su cuerpo. Seis. Tres lenguas. Tres sabores. Tres olores. Uno. Un solo aliento. Una sola cama. Una mirada y cinco sentidos multiplicados por tres que generan un solo efecto.
¿Quién dijo que lo impar jamás lograría funcionar?... De vez en cuando juntos rompemos fronteras. Sabemos como jugar a esquivar las leyes de la gravedad.

Abreviando, sería algo así como placer elevado al cubo.





miércoles, 9 de enero de 2013

Media dosis



Drogas putas, deliciosas, y junto con ellas mis demonios me dejaron liberada mientras ellos cuatro me observaban… Con media dosis, sólo con la mitad de una me pude volver una hembra suministradora para todos.
Como nunca fui ramera. No hablaban mi idioma, pero a mi lengua no le interesaba comprender lo que me decían.

Yo me dilataba entera, latía y me humedecía con cada roce como si supiera que me incendiaría por la intensidad de cada fricción. Mis intenciones eran tan promiscuas, que hubiera abandonado toda mi vida por no salir de allí.
Mientras montaba a uno, al otro por la boca me lo tragaba entero, y al mismo ritmo mi mente intentaba volverse una santa, tratando de hilvanar inútilmente un poema estúpido que me redimiera.
Con solo media dosis, los orgasmos contenidos se aceleraban a la velocidad del suicidio, y en lo alto yo buscaba un lugar adonde poder morir para no volver.
De repente, mis manos atadas pulsaban la sed de mis espasmos vulgares, y cientos de contracciones fálicas se apoderaban de mi interior mojándome como nunca antes.

Entre esa nebulosa de colores intensos, podía oír a la señorita Vengance gemir en mi nuca. Oh señorita Vengance la más bella de mis putas!. Con la lengua me sofocaba por el cuello y con sus manos buscaba algo suave, algo blando adonde enterrarlas para luego lamerse los dedos, y así saborearse afanosa y triunfante.
Volví al punto de partida para recorrerme una y mil veces más, y mientras me tocaba para que los otros me vieran, no podía contener tanta humedad, me acariciaba con la palma de las manos llenas de luces amarillas, empapadas de fluidos resbalosos, tatuada de huellas dactilares que hacían que mi piel emanara olor a puta!. Si, esa noche supe lo que era tener olor a una gran puta!.

Mientras seguía cabalgando a un ritmo sostenido atravesada por mis dedos, ellos nos miraban serenos, procurándose a sí mismos sensaciones extremas, que lo llenaban todo de aromas deliciosos. Ese momento era como si todos supiéramos que algún día la vida se termina, que nada vale si no se lo prueba todo, y que los que desean cumplir la fantasía de hacerlo, pero por alguna razón se contienen, finalmente nunca lo harán.
En cambio nosotros esa noche, de adicción en adicción se nos fue elevando la comisura derecha sin darnos cuenta... Dándonos ese aire de felices perversos, nos elevamos y sin pensar decidimos tragarnos todo.
(Nos devoramos la vida.)

La señorita Vengance a mi lado, copulando con mi lengua, marcándome con el jugo de su saliva y germinando mis sudores con sus manos pequeñas, no hacía más que dejarme una y otra vez suspendida en el vacío a merced de todos. Me masturbaba la boca con el sabor de sus dedos y mientras le daba a probar de los míos, éramos perfectas perras recíprocas en sincronía total.

Bajo media dosis, las largas horas se me hicieron breves e intensas. Al final nuestras masas se hicieron una sola, y nuestros cuerpos se acoplaron para darle un sentido a todo el vaho acumulado en esa habitación.
En ese momento me deje coger como un animal, para por fin darle una razón a todas mis  muertes. Deje que ellos estallaran dentro mío, y que con sus vergas latentes provocaran en mí una explosión devastadora y dulcemente dolorosa. Mientras tanto se me escurría la vida entre las piernas, al observarla a ella jadeante y ausente, entre sus brillos, volviéndose transparente para mí.
Después de una larga noche, a la madrugada finalmente comprendimos que en vez de cogernos, íbamos a suicidarnos.
  
(Y después más). Otro suicidio más.

Y juntos morimos… Todos.

A eso de las diez, bajamos del altar oscuro en el que nos habíamos jugado la vida en una noche, copulándonos sedientos, tratando de alcanzar lo efímero, eyaculando sensaciones y ensuciando a las mentes castas.
Nunca entendí sus nombres, sólo supe que al final la mañana hervía como un sol en el centro de mi sexo.

Si quisiera contar el resto, debería repasar una y mil veces esos cuerpos... 

Entonces quien quiera saber más, que ponga su cuerpo para averiguarlo…