Vivo a dos cuadras de ese lugar, y paso los trescientos sesenta y cinco días por allí
Después de diez años hay cosas que resultan imposibles de olvidar.
9/2/2013
Mientras la noche nos escondía de miradas, cruzamos la avenida y entre los árboles el movimiento fue preciso, a los tres minutos exactos:
Uno,
dos,
tres...
Y ya tenía sus dedos adentro.
No demoramos más de 15 minutos.
Él me cogió del mismo modo que se coge a una puta.
Y se marchó.