viernes, 20 de julio de 2012

Un mismo contenido


En los días que vivo tu ausencia, me trituró el sexo con las manos empalagadas de tanto sentir, y con los dientes repaso filosa la carne de mi lengua que se sofoca al recordar el sudor que genera el efluvio de tu falo tan húmedo y luciente.
Hoy, sólo lo frágil me conmueve y me lleva al placer y a un deseo que me vuelve humeante.
Por la noche, sólo lo etéreo incita a tu existencia tan lejana y de repente, en mi dulce muerte maniobrada con puntual perfección, un instante se vuelve el centro de toda mi chorreante rajadura.

Sustituyo el aliento de tus poros por emanaciones complejas que se apoderan de mi mente, y en ese instante puedo vivir la emoción desprejuiciada porque nadie me condena en mis gemidos.
Sola repaso ésta parte de tu cuello y de tu espalda. Ésta de aquí. La que recorro hasta perder el equilibrio y que me corrijas - un poco más arriba o más abajo - para caer al vacío desde uno de tus muros.
Caigo al vacío desde tu cuello. Por la espalda. Al vacío. Caigo desde tus muros.
Y vuelvo a esta parte de tu cuello y de tu espalda. Ésta de aquí… La recorro, y veinticinco veces después, sigo perdiendo el equilibrio...

Me pedís que te lama desde la raíz hasta el cielo, y que al recorrer ese camino con mi lengua, te observe mientras te dejo descubrirme en un gesto de fácil mujerzuela de esquina oscura.

Y ya casi en la cumbre, nos imagino suspendidos directamente sobre el arder de la atracción, vos y yo y un mismo contenido. Yo abierta y libre, me convierto en la cueva donde lo evaporas todo; lento y sutil te elevas como un fantasma y me rocías de las gotas dulcísimas de tu naturaleza urgente.

Mientras te imagino en el final, te contengo encerrado y preso, y así ejecuto el placer de la ebullición sobre tu dura suavidad que me elimina lentamente; segura y cauta  te contengo, mientras vos como una bomba mortal me disparas hasta acabar.

Inmediatamente después y satisfecho el deseo, en la condensación de la realidad relamo mis dedos disfrutando tus sabores de mentira. Vos y yo muy distantes, pero en mi alucinación, dueños una y otra vez de un mismo contenido...   (Mi vulva hervida...)



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