Ésta situación ya es matemática.
Si él esta pensando en mi, mi vagina se inflama.
Es como si ella pudiera vivir de manera agitada las horas previas a nuestro encuentro, mis labios se hinchan, el lloriqueo de flujo se hace constante, y mi clítoris se anega de placer al más leve roce.
Aferrada en la costura de un jeans o libre, si llevo falda, sus pasiones me obligan a pararme, a respirar para no caer desmayada...
(Como ahora).
No hay comentarios:
Publicar un comentario