sábado, 23 de junio de 2012

Breves



Ésta situación ya es matemática.
Si él esta pensando en mi, mi vagina se inflama.
Es como si ella pudiera vivir de manera agitada las horas previas a nuestro encuentro, mis labios se hinchan, el lloriqueo de flujo se hace constante, y mi clítoris se anega de placer al más leve roce.
Aferrada en la costura de un jeans o libre, si llevo falda, sus pasiones me obligan a pararme, a respirar para no caer desmayada...

(Como ahora).

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