sábado, 2 de junio de 2012

Porqué?


Porqué lo llamas corola, labio, beso, pétalo, flor... y jamás lo has llamado clítoris?. Porqué lo nombras como gema, yema, brote, almendra y nunca lo llamas pezón?... Porqué dices amor, corazón, alma, paraíso cuando sólo queres decir sexo?...
Yo tengo la respuesta a todo eso... Es porque el catecismo te pesa como un bloque de mármol sobre la espalda!... 

Cuando el deseo puede ser llamado "Deseo", es mejor no jugar con otros vocablos que rayan la inocencia y ofenden sin piedad a la sed. A mi lengua le gusta contar con desenfreno en cada gesto sus placeres y sólo sabe usar las pausas para tomar una bocanada de aire, y así continuar hacia ese secreto donde la humedad envuelve cada tramo de mi entrepierna que se vuelve completamente etérea.... 
La nada más brillante y vuelvo.... Entonces, sin palabras tibias, deseo con mi saliva derramada en tus dedos, sentir tu piel ceñida a la mía y mi boca que repasando tú geografía se declara por unos pocos segundos transparente.... 

Cuando sienta un puñado de susurros ateos bordeando mi nuca, te volveré contra mi para poder así narrar sin prejuicios toda mi prosa sobre tu espalda. Es así la escena de los vocablos que no se dicen con la sabiduría y que sólo aceptan ser descriptos por gemidos incoherentes... Es allí, donde los besos no se derrochan, cuando la piel se me inflama de sensaciones y las palabras con las que quiero ser usada, me acercan a tus mundanos sacrilegios que logran convertirme el la más ajena de las hembras...
Cuando Dios vuelva a nacer, hablame de mariposas y gemas.... Sólo cuando eso suceda.

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