domingo, 3 de junio de 2012
Vagina
Vagina... Poesía sagrada de la femeneidad, lecho de amores y desenfrenos, cuna de vida y campo de guerras siempre ganadas. Orquídea de colores misteriosos, pétalos tersos y arrugados... Umbral del templo de tus santos...
Cuando secretamente te estiras, crece impetuoso tu monte y es en ese momento donde cubrís tus laderas de manantiales espesos, donde bramas de deseo de ser brillo de tus profundidades.... Latente y sacro es el secreto de tu entrega. Pocos llegan a conocer donde escondes el punto mayor de tus verdades. Oscura, mágica y penetrable te hacen tus maneras.
Te han atravesado siglos de lamentos y prejuicios, has cubierto con tu sangre el dolor de la tierra... Te han penetrado de deberes los jardines con cunas de vida... Tu amado sabe despertarte de tus dulces letargos, y es así que emerges en un bosque húmedo de ríos y cantos de aromas nuevos.
Cuando te acarician volves a florecer, das gracias de ser la virtud de pocos y respiras la fuerza que te motiva de alegrías y esperanzas... Cuando te aman, complaces, alegras y hasta sos capaz de dar vida una y otra vez mientras el cuerpo lo soporte.
De todos los territorios, el más deseado, el más agredido y el más imaginado... Jamás envejeces porque tu belleza la evocan los poetas una y otra vez. Sabes ser ancla de barcos errantes y alma de faros erectos....
Tu conciencia se nutre de deseos y entregas sinceras... Y la hermosura de tu emoción, sólo puede compararse con el rostro de Dios...
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