domingo, 3 de junio de 2012

Placer luminoso



Palabras.
El luminoso placer de mi boca pintando las bocas de ellas…
Siento labios rozándome… Labios rozándose. Cuevas que ya están en fuego albergando algún demonio que deseo conocer.
Allí dentro se suceden todos los sacrificios y condescendencias del placer extremo y yo puedo verlos y sentirlos…


Puedo tocarlos.

“- Y yo que me he desvelado noches enteras tratando de encontrar la sucesión de letras que desaten en los cuerpos mil orgasmos musicales!” … Ahora me siento la presa más libre entre tantos deseos que me desatan, sintiendo enardecer con furia un puñado de lenguas que me vuelven con cada minuto la más brillante de todas las estrellas…

Cierro los ojos y me dejo guiar por el instinto que me aflora desde el vientre, allí se desencadena un sinfín de ecos de placer a mis espaldas.

Siento que llevo a cuestas mil oídos de enamorados, mientras tanto, trato de encontrar un repertorio de falos morados que me sentencien, pero inesperadamente llega una, luego dos, y siento mil mariposas doradas aletear y llenar de luz mi extasiada imaginación!…. (Y bajan)

Observo y escucho entre penumbras… Palabras, vergas de luz, labios carmín rozándose, hinchándose…. .


Percibo que todos me seducen y me inician, es en ese momento, en el que yo logro entrar al plano adonde se desprenden los prejuicios de la vida. Me dejo arrastrar por emociones que me enceguecen y me amordazan… y yo lo único que puedo hacer, es dejarme hacer y levitar…

Me mantengo cautiva en mi deseo húmedo unos minutos y siento como si mil martillos tatuaran el rubor de mi vagina que se yergue, me dejo sofocar, luego la adorada “Pequeña Muerte” me visita para bautizarme y volverme completamente blanca… Cuando ella se va, yo vuelvo a nacer.

Regreso y descontrolada los aparto… Quiero mirarlos mientras (mis yemas buscan a mi humedad, mis labios buscan a mis dedos), y finalmente yo me dejo atrapar por ese aroma que desprenden las mariposas cuando se encuentran libres… Con los ojos cerrados, noto como me observan deleitarme en sus sabores y mi lengua goza al ritmo de sus orgasmos liberados…

Inesperadamente, entre mis piernas, en medio de mi sol, se hizo la tormenta. Un huracán hirviente me adormeció y todo aconteció en mis profundidades más secretas. Mientras me sentía lamida, subí cimas imposibles de contar.
Fue en el momento exacto en que sentí que todas las mariposas me chuparon el sol que llevaba entre las piernas... Comencé a sentir todas las estrellas del cielo poblándome de luz, mientras una marejada húmeda de lenguas ansiosas dibujaba en mi espalda tantos sacrilegios como pobres hay en el mundo… Me dejé empujar con furia y resucite cubierta de alas y envuelta en pecados difíciles de confesar.

Entre cuerpos lechosos me resbalaba y ascendía tomándome de sus manos… Luego de interminables fonemas de deseo… el silencio fue parte de ese paraíso donde me escondí toda la noche…

Finalmente cuando el sol dio de lleno en mis retinas, desperté y susurrando mire al cielo diciendo:

(Háganme un exorcismo. Anoche tuve a cinco personas adentro)

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